8.12.11

Señora mía Inmaculada




ORACIÓN DE ANHELO
POR VER A MARÍA EN EL CIELO
San Alfonso María de Liguori
.
Señora mía Inmaculada, yo me alegro contigo
de verte enriquecida con tanta pureza.
Doy gracias y siempre las daré a nuestro Creador,
por haberte preservado de toda mancha de culpa,
como lo tengo por cierto,
y por defender este grande y singular privilegio
de tu Inmaculada Concepción,
estoy pronto y juro dar
si fuera menester, hasta mi vida.

Quisiera que todo el mundo te reconociese
y te aclamase como aquella hermosa aurora
siempre iluminada por la divina luz;
como el arca elegida de la salvación,
libre del universal naufragio del pecado;
por aquella perfecta e inmaculada paloma,
como te llamó tu divino esposo;
como aquel jardín cerrado
que hizo las delicias de Dios;
por aquella fuente sellada
que jamás pudo enturbiar el enemigo;
en fin, por aquella blanca azucena que eres tú,
y que naciendo entre las espinas,
que son los hijos de Adán,
manchados por la culpa y enemigos de Dios,
tú sola viniste pura y limpia,
toda hermosa y del todo amiga del Creador.

Déjame que te alabe como lo hizo Dios:
”Toda tú eres hermosa
y no hay mancha alguna en ti” (Ct 4, 7).
Purísima paloma, toda blanca,
toda bella y siempre amiga de Dios:
“¡Qué hermosa eres, amiga mía,
qué hermosa eres!” (Ct 4, 1).

María, tan bella a los ojos del Señor,
no te desdeñes de mirarme piadosa;
compadécete de mí y sáname.
Hermoso imán de los corazones,
atrae hacia ti el pobre corazón mío.
Tú que, desde el primer instante,
te presentas pura y bella ante Dios,
ten piedad de mí, que no sólo nací en pecado,
sino que también después del bautismo
he vuelto a mancillar mi alma con nuevas culpas.

¿Qué te podrá negar el Dios que te escogió
por su hija, su madre y su esposa,
que por esto te ha preservado de toda mancha,
y te ha preferido en su amor
a todas las criaturas?

Virgen Inmaculada, tú me has de salvar.
Haz que siempre me acuerde de ti
y tú nunca te olvides de mí.
Mil años me parece que faltan
hasta que pueda llegar a contemplar
esa tu belleza en el paraíso,
para sin fin amarte y alabarte,
madre mía, reina mía, amada mía, María.


18.2.11

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BEATIFICACIÓN

DE

JUAN PABLO II



CINCO MOMENTOS PRINCIPALES

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 18 de febrero de 2011
ZENIT.org
El primero será una vigilia de preparación, que tendrá lugar el sábado 30 de abril en el Circo Máximo de Roma. La preparación de la vigilia será a las 20 horas, mientras que la celebración será más tarde, desde las 21,00 hasta las 22,30 h.
Esta vigilia está organizada por la diócesis de Roma, de la que el difunto papa polaco fue obispo, y la presidirá el cardenal Agostino Vallini, vicario general del Papa para la diócesis de Roma. El Papa Benedicto XVI se unirá a la celebración a través de una conexión por vídeo.
El segundo momento será la celebración de la beatificación, a las 10 h en la Plaza de San Pedro, presidida por el Papa.
Como aclaró la Santa Sede en otro comunicado (ver www.zenit.org/article-38308?l=spanish), no será necesario billete alguno para participar en la ceremonia, aunque habrá controles de seguridad para acceder a la Plaza y zonas adyacentes.
Inmediatamente después de la ceremonia, se procederá al tercer momento, el de la veneración de las reliquias de Juan Pablo II, que estarán colocadas en la Basílica de San Pedro, ante el Altar de la Confesión, y que durará mientras haya afluencia de fieles.
El cuarto momento tendrá lugar el lunes 2 de mayo, con la celebración de una Misa de acción de gracias en la Plaza de San Pedro, que presidirá el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
El quinto momento, el único que se llevará a cabo sin participación del público, será la tumulación de los restos de Juan Pablo II en la Basílica Vaticana, en la Capilla de San Sebastián.
Los detalles de cada uno de los momentos serán hechos públicos en las próximas semanas, antes de la beatificación.

C A T I C